«El caballo cartujano», por Rafael Peralta Revuelta. Artículo publicado en el diario La Razón.







Se llama así porque fue el caballo que seleccionaron los monjes cartujos en Santa María de la Defensión, allá por 1484, en Jerez de la Frontera. Durante más de tres siglos, aquella yeguada se convierte en una de las más apreciadas, llegando a expandirse a lugares tan emblemáticos como la Escuela de Versalles (en época de Luis XVI) o la yeguada austríaca de Lipizza, para abastecer a la Escuela de Equitación de Viena. 

Como consecuencia de su estampa armónica, de sus elegantes movimientos, de su nobleza y de la comodidad de su paso, estos caballos españoles de estirpe cartujana fueron los preferidos de reyes, emperadores y cónsules. Los retratos ecuestres de Felipe III, realizado por Velázquez, o el del Duque de Lerma, pintado por Rubens, son un claro ejemplo de ello.

Su importancia radica en que, tras la Revolución Francesa, su sangre se ha mantenido sin cruces, en máxima pureza, hasta nuestros días. En la actualidad, se cifra en unos 2.500, aproximadamente, el número de ejemplares pertenecientes a esta valiosa estirpe repartidos por distintos puntos del continente.

Ayer concluyó el Salón Internacional del Caballo (SICAB), sin que muchos de los visitantes se dieran cuenta de la presencia de caballos cartujanos, procedentes de la Yeguada de La Cartuja (Hierro del Bocado) y de otras ganaderías. Se trata, por tanto, de una reserva genética de enorme valor, que puede considerarse como la aristocracia del caballo de pura raza español.

Criado en los valles y marismas de Andalucía, de él dijeron que «es el más apropiado para un rey en su día de triunfo». No hay más que ver el imponente retrato de Carlos V en la batalla de Muhlberg. Los nietos de aquel corcel que pintó Tiziano siguen galopando con todo su esplendor, como herederos de una raza única.

(Por Rafael Peralta Revuelta, publicado hoy 9 Diciembre, en el Diario La Razón)



«Ocultada y Centenaria. Insignias del PRE». Reportaje sobre estas dos importantes yeguas de Pura Raza Española publicado en la Revista Trofeo A la vaquera. Por Rafael Peralta Revuelta.

El reportaje, publicado en la Revista Trofeo A la Vaquera.
Antonio Miura y José Peña Ortega sobre la yegua «Ocultada III».

La yegua Ocultada en una exhibición vaquera en SICAB.

Preciosa instantánea de los hermanos Peña Ortega y el amparador Rosendo. Ocultada es la yegua de la izquierda, de capa torda rodada, aún a cuatro riendas, cuando comenzaba a correr becerros.
Espectacular echada que le dio el Campeonato de España de Acoso y Derribo a José Peña Ortega sobre «Ocultada III», yegua PRE del hierro de D. Aniceto Fernández Ordás.

«Centanaria III» y Joaquín Olivera.

Centenaria, yegua nº 22 del hierro de Peralta.

Joaquín Olivera Peña ejecuta un ejercicio sobre la yegua de Pura Raza Española, Centenaria. Las gradas abarrotadas en una de las finales de Doma vaquera, celebradas en el Real Club Pineda de Sevilla.

Joaquín Olivera Peña y la yegua PRE «Centenaria III», de la ganadería de Ángel y Rafael peralta. Tres veces Campeona absoluta de España de Doma a la Vaquera (Años 1981, 1982 y 1983). Fotos: Rafael Lemos Santos. 
Ocultada y Centenaria, insignias del PRE
Hay dos nombres de yeguas que son sinónimos de gloria y
leyenda del Pura Raza Español. Tanto la yegua “Ocultada III” como “Centenaria
III”, en décadas distintas, marcaron un hito no sólo en la Historia del caballo
de nuestro país, sino de sus distintas disciplinas ecuestres: el Acoso y
Derribo, y la Doma Vaquera. Cada una, en su terreno, cambiaron el rumbo de la
raza española, rompiendo antiguos conceptos sobre la posible funcionalidad de
los PRE en las diversas modalidades hípicas.

“Centenaria III”, tres veces consecutivas Campeona de
España de Doma Vaquera
El 26 de febrero de 1970 nacía la yegua “Centenaria”. Hija
del semental de Yeguada Militar “Leopardo” y de la yegua “Beduina”, propiedad
de los hermanos Peralta, “Centenaria” llegó a manos de D. Joaquín Olivera con
dos años de edad. Ya, desde potra, se notaba en ella su distinción y una viveza
inusual en sus movimientos.
 Con sólo cuatro años de edad, debutó en su primer
concurso de vaquera, concretamente, en la Feria de La Puebla del Río. Desde el
primer momento, “Centenaria” mostró, en palabras de D. Joaquín Olivera, “sus
buenas aptitudes para aprender”.
 Asimismo, afirma que su carácter era “excepcional”,
con temperamento pero “pura bondad”, y su boca, “como una seda”.  De la
misma manera, su trabajo en la pista lo define como “uniforme y sin titubeos”.
Y es que la yegua “Centenaria” fue tres veces consecutivas Campeona de España
de Doma Vaquera, concretamente, durante los años 80, 81 y 82.  Y le
hubiera correspondido un cuarto campeonato, en 1979, si no se hubieran dado las
circunstancias que el propio protagonista nos narra: “Por entonces, las
puntuaciones se daban en la megafonía antes de terminar el concurso, y
Golondrina, mi otra yegua, ya había ganado. La única que le podía ganar era
“Centenaria”. Cuando me tocó salir con ella, comenzó a diluviar fuertemente, y
por mi juventud, y debido a la euforia de sentirme ya campeón, obvié la mitad
de los ejercicios establecidos y me puse a dar piruetas…  Total, que ese
año ganó “Golondrina”.
  En aquellos concursos celebrados en el Club Pineda de
Sevilla, con las gradas absolutamente abarrotadas -como muestran las
fotografías de la época-, la yegua marcada con el número 22 de la ganadería de
los hermanos Peralta levantó la admiración del numeroso público que allí se
daba cita. El arte de la marisma, el sentimiento y la hondura del campo, el
aire de la Baja Andalucía y la esencia del Guadalquivir se unieron en una
simbosis perfecta: Centenaria y Olivera, Olivera y Centenaria, demostraron como
la perfección de la doma vaquera no está reñida con la juventud ni con una raza
de caballos determinada.
 Se retiró siendo Campeona de España en el año 82,
triunfo conseguido en el Club Hípico La Dehesa de Madrid. Tras esto,
“Centenaria” fue prestada a D. Álvaro Domecq Romero, a petición de éste, para
hacer una gira por España dentro del espectáculo “Cómo bailan los caballos
andaluces”, siendo montada para tal cometido por expreso deseo de su dueño por
D. Luis Ramos-Paul.
 Murió con treinta y un años, en la finca “Puñana”, de
la familia Olivera, siendo homenajeada en 1998 en SICAB, presentándose de la
mano de propietario, D. Joaquín Olivera, con todos los honores, por última vez
en una pista.
“Ocultada III”, Campeona absoluta de España de Acoso y
Derribo en 1991
En el mundo de la garrocha, hay una yegua que marcó un antes
y un después en los campeonatos nacionales. “Ocultada III”, nació en enero de
1984. Hija del célebre semental del Hierro del Bocado “Poseído VI” y de la
yegua “Ingeniosa VII”, “Ocultada III” pertenecía a la ganadería de D. Aniceto
Fernández-Ordás.
 D. José Peña Ortega ya había sido Campeón de España en
1988 con el caballo “Germano”, del emblemático hierro familiar de caballos
anglo-árabes de Manuel Peña Gutiérrez. Tras aquella edición, hubo dos años en
los que no se concursó debido a la epidemia por peste equina.
 Por entonces, D. José Peña ya comenzó a montar en una
yegua torda rodada, morfológicamente “muy proporcionada”, de “cuello fuerte” y
de “buenas piernas”. En muy poco tiempo, ya alcanzó el nivel de “Germano”,
teniendo una gran intuición y listeza, “empleando el conocimiento siempre para
bueno”.
 Su carácter era “temperamental” pero “con buen son”,
con mucho temple. Estaba muy arreglada a la vaquera y jamás trató de protestar
de la cara. Su boca era “dulce”, llevando siempre un hierro pequeño, debido a
su extraordinaria sensibilidad.
 A la hora de correr, destacaba por sus enormes
facultades y su gran corazón, reaccionando brillante y rápidamente ante
cualquier situación, con una gran capacidad resolutiva. Estas mismas cualidades
las mostraba también en los tentaderos de machos, por muchos pies que tuvieran
los novillos, con una elevada capacidad de acierto.
 Al hilo de todo esto, podemos referir una anécdota que
ocurrió en la final del Campeonato de 1991 con D. José Peña Ortega y
“Ocultada”. El concurso se realizó en El Rocío, y por entonces, un mismo
amparador podía correr con dos garrochistas distintos utilizando para ello el
mismo caballo. Rosendo, amparador de la casa, ya había corrido previamente con
D. Juan Antonio Peña (también Campeón de España en el año 1987) la vaca brava
definitiva del último día. Al acompañar posteriormente a su hermano, D. José
Peña, quiso hacerlo con la misma yegua que había utilizado anteriormente. La
vaca brava que correspondió, fue una res de capa berrenda del hierro de Miura,
saliendo con muchísimos pies del rodeo, como es característico en la legendaria
divisa de Zahariche. Al enfilar el cuadrilátero, la yegua del amparador quedó atrás,
teniendo el garrochista que colocarse en el sitio de éste y hacer él sólo la
vaca, hasta que Rosendo se pudo finalmente incorporarse en los metros finales,
haciéndole la collera el máximo de puntos posibles.
“Ocultada” no sólo era sobresaliente por sus facultades,
sino que también destacaba notablemente por su generosidad en el trabajo.
Soltaba “tranqueando”, sin salirse “un sólo tranco de la echada”, “ni hacia el
lado derecho ni hacia el izquierdo”.  Siempre “se ponía en su sitio”, de
tal manera que hasta se podía soltar con ella “con las riendas sueltas”. Estuvo
ocho años al máximo nivel, obteniendo, además del referido Campeonato de 1991,
un Subcampeonato de España en Jerez y otros destacados concursos de la
geografía española.
Dos yeguas, un nuevo horizonte
Quién sabe si “Centenaria III” y “Ocultada III” coincidieron
alguna vez en el campo. Es muy probable que sí, pues fueron los dos jinetes
nacidos en Coria del Río, los que elevaron sus nombres a lo más alto de la
Historia de Pura Raza Español.
Que dos yeguas españolas se proclamaran campeonas absolutas
de España en Doma Vaquera y en Acoso y Derribo constituye, por sí mismo, un
hecho antes nunca conocido. Una época. Un antes y un después en el tiempo.
Fueron dos insignes caballistas y dos yeguas tordas, domadas
a orillas del río grande que llamaron los árabes, los que abrieron un nuevo
horizonte, situando al caballo español en la élite de estas dos importantes
disciplinas ecuestres.
 Por designios de esta vida, ninguna de las dos nos han
dejado descendencia a día de hoy, pero sus triunfos y sus tardes de gloria
permanecen en el recuerdo de familiares y de aficionados de todo el mundo.
La casta, el poderío, la raza, ésa que surge y se forja
entre las llanuras de las marismas tartésicas del Betis, llevaron a dos jinetes
y a sus dos yeguas a galopar hacia la cumbre del PRE, hacia el olimpo de los
elegidos.
Ocultada y Centenaria,
la garrocha y la vaquera.
Dos historias, dos jinetes…
¡y dos yeguas de bandera!
Río del Guadalquivir,
bendito el arte que riega
la memoria de dos nombres,
de los Peña y Olivera.






      Por Rafael Peralta Revuelta.Publicado en la Revista Trofeo A la Vaquera,(Editorial América Ibérica,2012).

Se nos fue José Sanz Parejo, Catedrático Emérito del caballo y de la vida.

El Catedrático y Profesor D.José Sanz Parejo, en una de sus últimas apariciones en público, junto a tres miembros de la familia: Ángel Peralta Astolfi, Ángel Peralta Pineda y Rafael Peralta Revuelta, en la presentación del libro «La sabiduría de un jinete. Cabriolas de mi mente», en la que fue su casa durante años: la antigua Facultad de Veterinaria de Córdoba.

 Esta semana nos dejó, más que un amigo, un hermano. El compañero que durante tanto tiempo galopó -hombro con hombro, estribo con estribo- por caminos de la amistad y de la vida con los hermanos Ángel y Rafael Peralta.

 Unos meses antes fue homenajeado, con toda justicia, en un acto multitudinario en Córdoba, donde se inauguró un Centro de Reproducción con su nombre.

 Queremos recordarlo como una persona inolvidable, siempre estudioso y brillante en su profesión, donde alcanzó innumerables hitos.

Dejamos aquí estos enlaces publicados por la prensa para recordar eternamente su memoria:

 En ANCCE:
http://www.ancce.es/mostrar_noticia.php?orden=801

En el diario A B C:
http://www.abc.es/20120710/cordoba/sevp-jose-sanz-parejo-memoriam-20120710.html

En el Diario de Córdoba:
http://www.diariocordoba.com/noticias/etcetera/jose-sanz-parejo-veterinario-especializado-en-caballo_728773.html

Nuestro homenaje a su figura, con motivo del acto celebrado en Córdoba:
 http://peralta-horses.blogspot.com.es/2011/12/articulo-dedicado-al-catedratico-d-jose.html

Querido Pepe: Nunca te olvidaremos porque siempre estarás con nosotros. Tu familia Peralta.

Artículo dedicado al Catedrático D. José Sanz Parejo con motivo de su reciente homenaje en Córdoba.

El Profesor Sanz Parejo con el célebre semental Poseído VII
D. José Sanz Parejo en el homenaje que le hizo la UCO.







«Es muy difícil añadir
algo cuando está casi todo dicho. Hace muy pocos días, se rindió un merecido
homenaje a  José Sanz Parejo, caballero y señor del mundo ecuestre. El
área de Reproducción Equina del Hospital Clínico Veterinario situado en el Campus
de Rabanales, en Córdoba, tiene ya su nombre grabado tras inaugurar una placa
conmemorativa en un acto que contó con numerosas personalidades del mundo
equino y universitario. Catedrático de Cirugía y Reproducción, José Sanz Parejo
estudió en Sevilla y, años más tarde, marcaría una época como profesor y
catedrático en la Facultad Veterinaria de Córdoba. Se haría interminable
enumerar los aspectos más destacados de su amplísimo currículum, pero sí
podríamos destacar que dejó una extraordinaria impronta tanto en su prolífico
magisterio como en darle una mayor categoría a su profesión. Siempre innovador,
eficaz y brillante, además de conseguir importantes avances en el ámbito de la
investigación, ha sido  gran impulsor a la hora de crear una asociación
que preservara el histórico caballo español de estirpe cartujana, donde nos ha
dejado sus estudios y conocimientos en obras como «Por las sendas del caballo
de pura raza española».  Considero una osadía analizar la intachable
carrera de alguien tan ejemplar. Por ello, quisiera terminar recordando una
frase la cual tengo por máxima en la vida: «La  competencia sólo asusta a
los incompetentes». Así es José Sanz Parejo, hombre sabio, de enorme espíritu
de trabajo y sacrificio, pero a la vez, de gran sencillez humana. Es, quizás,
su personalidad, la que más me llamó la atención desde niño, admirando en él su
seriedad y un carácter y filosofía única. Ejemplo de generaciones futuras, hoy,
desde el cariño, quisiera sumarme a este dignísimo reconocimiento a quien sigue
siendo maestro por veredas de la amistad, del caballo y de la vida».

 Publicado
en el diario La Razón: 


Amplio reportaje histórico de la Yeguada Agrícola Peralta.

La Revista Siglos de Toros publicó en noviembre este reportaje que reproducimos a continueción:

A las puertas de Doñana, a orillas de un Guadalquivir que parece buscar el abrazo infinito del mar, por las tartésicas tierras de arrozales y marismas de La Puebla del Río, pasta la histórica ganadería de los hermanos Ángel y Rafael Peralta. Por el antiguo Cortijo de San Antón, también conocido como Cortijo de Rojas, hoy Rancho El Rocío, cuentan que pasó Colón en sus viajes al regresar del Nuevo Mundo, pues el viejo cauce del río circunda la finca que hoy es enclave de cría y selección de unos toros y caballos únicos.

A finales del S XIX, concretamente, en 1892 nace Rafael Peralta Giner, agricultor y fundador de la actual yeguada. A principios de la década de los 20 del pasado siglo comenzó su andadura como ganadero caballar con varias yeguas españolas, adquiridas a otros ganaderos de la zona. Es a partir de esos años cuando empieza a marcar sus ejemplares con el hierro de la “R”. Tras varios años como ganadero y al comenzar Ángel Peralta a rejonear en 1943, se fueron adquiriendo diversos sementales PRE, generalmente, del Hierro del Bocado. De todos estos caballos, destacaría de manera notable “Nervioso II”, también conocido como “Ruiseñor”, de capa castaña, adquirido a Fernando C. Terry del Cuvillo y con el que Ángel peralta recogería las prestigiosas “Espuelas de Oro” en Wembley (Inglaterra). Este semental dejaría una importante descendencia y se convertiría en uno de los pilares fundamentales de la ganadería.

Además de este gran caballo, los hermanos Peralta fueron seleccionando y adquirieron otros dos sementales españoles (“Noticiero III” y “Jocoso IV”) que, unido al célebre “Indiano VII”, dejarán en la yeguada una imborrable impronta.

Con el paso del tiempo, se va seleccionando un caballo de Pura Raza Española de gran belleza y morfología, pero sobre todo, con claras aptitudes para la doma, polivalente, versátil, fácil de boca y con una extraordinaria flexibilidad. Estos caballos de Pura Raza Española, artista y funcionales, han brillado también de forma sobresaliente en todas las plazas.

De esta rama, provienen algunos productos muy destacados. Desde la histórica yegua “Centenaria III” (tres veces Campeona de España de Doma Vaquera) hasta “Solea XX”, Campeón de España de Doma Clásica en SICAB 2007. Asimismo, los últimos campeones de la raza PRE de los Estados Unidos, “Vitote” y “Casuco II”, son hijos de sementales de la Yeguada Agrícola Peralta que dejaron su simiente en las américas.

Paralelamente, los hermanos Peralta llevan otra línea de caballos cruzados (registrados como CDE, Caballo de Deporte Español) con excelentes resultados para el rejoneo y otras disciplinas ecuestres. De esta línea proceden sus afamados ejemplares de capas baya y perla.

La ganadería de Peralta es, también, hoy día, toda una Escuela de Equitación Torera, donde estos caballos -seleccionados genéticamente para el rejoneo- aprenden a torear, a vencer el miedo, a sentirse en la plaza, proporcionando a los rejoneadores del escalafón actual los más importantes triunfos.

A decir verdad, son muchos los rejoneadores que han tenido o tienen en sus cuadras algún caballo con el hierro de Peralta. Haciendo un repaso en el tiempo podemos destacar a: Pablo Hermoso de Mendoza con Dólar, Ardilla o Samurai; Leonardo Hernández con Hechicero e Iluso; Álvaro Montes con Elegante y Violeta; o Andy Cartagena con Brujo, Laurel AP y Bético, por poner sólo algunos ejemplos. En la actualidad, poseen también ejemplares de la ganadería figuras como Fermín Bohórquez Domecq, Joao Moura Jr, Diego Ventura, y nuevos rejoneadores como Lea Vicens o Luis Valdenebro.

Además, se da la circunstancia de que, mientras muchos rejoneadores van a Portugal en busca de caballos para torear, han sido los propios “cavaleiros” lusitanos los que acuden a casa de los Peralta para encontrar el equino ideal para interpretar el bello Arte de Marialva.

Ambas líneas de la ganadería, tanto la del Pura Raza Español como la de ejemplares CDE, poseen unas características muy definidas, constituyendo una fuente inagotable de caballos toreros… Los hermanos Peralta llevan más de medio siglo seleccionando estos caballos con un resultado espectacular en los ruedos de todo el mundo.

No podríamos terminar este reportaje sin recordar los legendarios nombres de la cuadra de Ángel y Rafael Peralta: Mejanes, Sol, Brujo, Hechicero, Mago, Mágico, Chola, Horizonte, Limonero, Apolo, Dólar, Calandrio, Soleá, Aviador, Rumboso, Halcón, Hilador, …, todos ellos marcados con el hierro de la famosa “R”.

Ángel y Rafael Peralta siguen montando a diario, porque el caballo es su vida. Actualmente, en la finca “Rancho El Rocío” dirigen el espectáculo “Andalucía a caballo”, que han actuado en lugares como el coso romano de Arles (Francia), la Euroferia andaluza de Bruselas (Bélgica), la Copa Mundial de Saltos de Zurich (Suiza), los Juegos Ecuestres de San Petersburgo (Rusia) o, más recientemente, en el Royal Ecuestrian Festival, organizado por el Sultán de Omán.

En las marismas de La Puebla, el vuelo de un flamenco parece recordar algunos de sus pensamientos, filosofía de vida y “cabriolas”: “Amar a los animales, es amar a la creación”; “al hombre como al caballo lo doma el tiempo”; “la ilusión acorta los años y alarga la vida”; ”sumar luchas es multiplicar valores”; ”el amor es la llama, la familia la hoguera”.

Y cómo pasa el río, de igual manera, pasa sobre la mente una extensa película de crónicas, fotografías y páginas, llena de plazas de toros, de nombres de caballos, de tardes de triunfo y de gloria, llena de galopes por el ruedo de la vida. Allí, en la cuna del toro bravo, la silueta de dos centauros se sigue reflejando sobre el espejo de lucios cuando las cigüeñas vuelan de regreso a la hora del lubricán marismeño. Y en el horizonte, quedan grabados los versos del primer caballo, aquel que cuidaron con el mismo amor con el que siguen criando sus potros hoy día para crear una estirpe única de caballos toreros:

De mi “Gaviota” el herraje

conservo como un tesoro,

lo que ayer en él fue hierro

hoy en mi recuerdo es oro”.

                                                     (Redacción «Siglos de Toros»)