Ángel Peralta presenta en Córdoba su nuevo libro “La sabiduría de un jinete. Cabriolas de mi mente”.

Portada del nuevo libro, editado por Almuzara

El Salón Mudéjar, abarrotado de público.




El Centauro de La Puebla con su nueva obra.

 

El acto contó con la intervención del Rector de la Universidad, del Alcalde de Córdoba y del Catedrático Emérito D. José Sanz Parejo, entre otras destacadas personalidades
El rejoneador Angel Peralta, mediante su libro La sabiduría de un Jinete. Cabriolas de mi mente , presentó ayer su faceta menos conocida. Este sevillano, artista del rejoneo, es también conocido por su actividad de escritor y por sus aforismos filosóficos, que se conocen como cabriolas .

A través su nueva obra, este filósofo, narrador e incluso compositor, pretende exponer al público la profundidad de sus vivencias personales a lo largo de su trayectoria profesional y personal en el mundo del toreo, el rejoneo y sobre todo en un tema que “le apasiona”, el mundo ecuestre y todo lo que lo rodea. Como él mismo cita en la obra, “entre sueños, vislumbré que un jinete con su caballo alado correteaba por las inmensas llanuras y, revoloteando por las orillas del Guadalquivir, llegó hasta mi casa el mismo día de mi nacimiento; aquel jinete era el alma de un centauro que se encarnó en mi cuerpo”.

Los textos que componen dicha obra son más que reflexiones de un hombre de campo que ha transmitido su pasión de generación en generación, son experiencias de las que emanan fuerza y sabiduría. En su nueva publicación comparte con el lector “la sabiduría que su camino como jinete y como persona le ha permitido atesorar”, según expone la editorial Almuzara, que ha sido la encargada de la publicación de la obra.

Además, este maestro sevillano siempre ha luchado por cultivar la literatura tradicional popular a través de sus obras, en las que intenta exponer a su público la vida tradicional y la conexión que siempre ha mantenido con su pueblo, además de presentar un punto de vista diferente del comportamiento de sus caballos. Sus raíces andaluzas siempre han sido objeto principal en sus textos, e incluso ha compuesto letras de sevillanas que han cantado artistas consagrados de la música.

(Fuente: Diario de Córdoba)

Sevilla, sus tradiciones y el caballo español, ensalzados en “La sombra de la Giralda”, el nuevo libro de Rafael Peralta Revuelta que se presentará mañana.

El escritor sevillano Rafael Peralta presenta este miércoles, día 29 de junio a las 20,30 horas, su último libro, ´La sombra de la Giralda´ (Jirones de Azul), en la Fundación Cruzcampo de la mano del presidente de ésta, Julio Cuesta, tal y como ha anunciado la editorial en un comunicado de prensa.
De esta forma, el sello ha dicho de esta obra, ambientada en la capital hispalense, que, “bajo el manto que extiende sobre Sevilla la sombra de su más genuino símbolo, tiene lugar todo lo que en esta tierra entendemos como arte, la singular gracia de sus barrios; el aroma, el sentimiento y la música hecha oración o las luces y sombras –de oro y plata– que revisten a los hombres que cada tarde juegan con la tragedia y la muerte ante el toro”.
Asimismo, el autor de la obra, Rafael Peralta Revuelta, nació en Sevilla en 1977 y cursó estudios de Derecho en Madrid, así como en su ciudad natal. Ha participado en numerosos actos culturales en diversos puntos de España e Hispano América y publicado varias obras, tales como el ´VI Pregón Taurino de Triana´, ´Río de amores´, ´El duende y la palabra´ o más recientemente, “Soñando la gloria”, con prólogo de Zabala de la Serna y presentado y publicado el pasado año en Quito (Ecuador). Actualmente, figura como columnista semanal en el diario ´La Razón´ de Sevilla. Además, el escritor es II Premio Fábula Literaria Vicente Zabala, Premio Paco Apaolaza 2005 y Premio Escaparate de Sevilla de las Letras, entre otros galardones.
En “La sombra de la Giralda” (267 págs), el autor dedica artículos a su padre y a su tío Ángel (“Único por ser diferente” y “Carta para un Centauro”) y exalta al caballo español en el titulado “Hijo del viento”, en “Welcome to Sevilla” -donde retrata a los milores o coches de alquiler de la ciudad y en el “Romance del campo y la Feria”.
En las imágenes superiores, un foto del autor en el hipódromo de Chantilly y la portada del nuevo libro, cuyos derechos de autor serán donadas por éste a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y a la Hermandad de la Pura y Limpia.

 Más información sobre el libro: http://www.comprateunlibro.com/epages/61602418.sf/es_ES/?ObjectPath=/Shops/61602418/Products/978-84-92868-09-4

“Réquiem por un caballo”, artículo dedicado a BRUJO en el diario La Razón de Sevilla.

NOVIEMBRE en Sevilla no es sólo el mes de los difuntos. En noviembre, la ciudad vive días de esplendor dedicando su particular feria de otoño en torno al caballo. SICAB cumple veinte años atrayendo a ganaderos, turistas y curiosos de todo el mundo para admirar la belleza de nuestro arte ecuestre. Un arte efímero, ya que cuando un equino muere, ni siquiera una imagen o una película pueden reproducir la emoción de ver a ese caballo en movimiento. Al contrario de otras facetas como la pintura o la música, donde las obras de mantienen vivas, con la pérdida del animal se fuga, también, el trabajo del artista. Hace unos días se fue “Brujo”, un caballo de leyenda. Tenía treinta años. Eterno compañero, con él viví mi infancia, mi juventud…”Brujo” fue el caballo más inteligente que pude conocer. En el campo resaltaba por su chispa, por su temperamento. En la plaza, se distinguía por su arrogancia y su intuición torera. Dicen que ha sido uno de los corceles que han marcado época. No me hizo falta montarlo mucho para amarlo y apreciarlo con tanto cariño. Me gustaba visitar su cuadra. Bastaba con mirarle para que te transmitiera toda su energía, su fuerza, su carácter. Recuerdo su pelo tordo, su galope, su blanca crin. Ahora, daría lo que fuera por una última caricia, por escuchar de nuevo su relincho. Estoy seguro que muchos caballos, en silencio, están sintiendo su falta. Porque “Brujo” fue un excepcional caballo, y su pérdida ha dejado un vacío que ninguno podrá llenar. Nos queda su memoria, su legado, sus hijos… Se fue el hijo del viento, el caballo amado, “Brujo” por ser el fascinante y mágico corcel que adivinaba el pensamiento del jinete.

                                                                  
                      Por Rafael Peralta Revuelta (Publicado en el diario La Razón, Sevilla 1-X-10)

Poesía. Exhibición de Enganches. De cómo el campo se va a Sevilla, por Rafael Peralta Revuelta.

El campo se ha despertado
soñando con la Giralda,
y un sol nuevo va naciendo
al calor de la mañana.
Los rayos del lubricán
rompen la noche cerrada
como un potro que galopa
por los cuchillos del alba.
La vega se despereza.
Por campiñas y besanas,
la luz ya va adivinando
siluetas de cal blanca.
De toda la Sierra Norte
hasta Écija la llana,
de Constantina hasta Utrera,
de Morón a Dos Hermanas,
de Lebrija a Los Palacios
y de Coria hasta Aznalcázar,
haciendas olivareras
y cortijos se preparan
siguiendo la tradición
que el almanaque les marca.
Se va el campo a la ciudad
y en el ambiente se palpa
algo que le hace distinto
y que le envuelve de magia.
Fuera, en el patio, los coches
con sumo mimo se sacan
como es costumbre en el hierro
y divisa de la Casa.
Ya están listos los borlajes,
los atuendos, las polainas,
el catite del cochero
o el sombrero de ala ancha.
Todo queda reluciente.
Si ayer se limpió la plata
de los ciriales del palio
para la Semana Santa,
ahora brillan los arreos,
arneses y cabezadas.
Con qué cuidado se limpian,
con qué paciencia se engrasan.

Desde que quiebran albores,
a la hora más temprana,
lacayos, caballiceros,
junto a los mozos de cuadra
van dejando todo listo
para la cita soñada.

Los caballos, relucientes,
en las argollas se amarran
para dejarles las crines
y las colas bien trenzadas.

La bruza junto al cepillo,
la rasqueta o la almohaza,
se cogen del guadarnés
y con esmero trabajan.

Todo está ya deslumbrante,
brillantes las cabezadas
y queda ultimado el coche
de pintura repasada.

Ya se cargan los caballos.
Se pone el transporte en marcha
con el pensamiento puesto
en el ruedo de la plaza
mientras relinchan, celosas,
las yeguas de la piara.

Qué solitario el cortijo,
qué solas quedan las cuadras.
Que el campo se va a Sevilla
soñando con la Giralda.

En terrenos de la Feria
se para y se desembarca.

Tras de un año el mismo rito,
ya se atalaja y se engancha:
Manoplillos, balancines,
cejaderos, entremantas,
pasatirantes, testeras,
botariles y retrancas,
batibila y gruperín,
frontaleras y cucardas.
Los unos botos camperos,
los otros con botas altas,
unos con chaqueta corta
y otros levita británica.

Todo tiene su por qué.
Todo tiene su enseñanza,
si a la inglesa o calesera…
¡Depende como se vaya!

Todo impecable y a punto,
¡como lo cánones mandan!,
reglas que no están escritas
pero que son heredadas,
y el coche es un monumento
de distinción y elegancia.

De Adriano a Antonia Díaz
los cuatro potros se amansan,
pero ya al doblar por Iris
la cuesta es tan complicada
que no se ven los de alante
en el giro de la entrada
y son ellos los que tiran
orgullosos de su raza.

Vamos “pa´lante” cochero,
que ya estamos en la plaza.
Dale a esos cuatro caballos
con valentía y con casta,
porque al asomar el coche
mientras que trotan y andan,
estás cruzando la puerta
donde la gloria se alcanza,
porque el albero es el cielo
de la Real Maestranza.

(Extracto del Pregón pronunciado el 25-IV-09. Autor: Rafael Peralta Revuelta)

Los caballos de Peralta y la literatura. Romance de Triana en El Arenal, por Antonio Burgos.

“(…) con qué garbo, qué prestancia, haciendo el paso español el Caballo braceaba. De esta forma no bracea ni el caballo de Peralta.”

Los caballos de Peralta también han sido tratados por famosos escritores y poetas en libros, artículos, publicaciones. Desde el gran César González Ruano hasta el mismísimo Umbral, muchos han sido los que han hecho referencia a estos prestigiosos caballos.

Reproducimos el artículo del maestro Antonio Burgos, donde compara los movimientos del célebre caballo que acompaña al Santísimo Cristo de las Tres Caídas (Esperanza de Triana) con el caballo de Peralta:

Nadie se pone de acuerdo en dónde empieza Triana. Unos dicen que comienza en cuanto que el puente pasas, por donde siente el trianero como que el aire le falta. Mientras que otros sostienen que se prolonga y se alarga, Los Remedios adelante, lo menos hasta Tablada, por donde en llegando abril la Feria su Real planta, hasta donde el viejo cante puntales apuntalaba: San Jacinto, Los Remedios, La O y Seña Santana. Las fronteras invisibles del que es Arrabal y Guarda cuando se ven claramente es el Viernes, de mañana, cuando ha vivido Sevilla su ritual Madrugada y con las claras del día se ven las cosas tan claras.
Que en el Arco del Postigo, en donde estaba la plaza, donde fríe los calientes una sobrina de Juana, Sevilla es ya trianera y Arfe es la calle Larga y Altozano el Arenal cuando en la abierta mañana anuncia una cruz de guía con bocinas plateadas y faroles marineros: «¡Ahí viene ya la Esperanza!».
Bajando del Alfolí, con qué garbo, qué prestancia, haciendo el paso español el Caballo braceaba. De esta forma no bracea ni el caballo de Peralta. Y a la mañana del Viernes la encela y en su cola embarca, y antes de llegar al Arco por derecho va y le clava dos rejones de castigo y tres banderillas largas, y así da muerte a la noche, y así la gloria proclama de un Señor que cae en la tierra, en la tierra sevillana, para que Sevilla vea que Triana lo levanta. Las Tres Caídas de Cristo en cuatro zancos la alzan. Cuadrilla de pasocristo que tiene fuerza con gracia, el izquierdo por delante como el buen toreo de capa, así, cargando la suerte, como Belmonte toreaba. Almirantes de tambores y de cornetas de plata, con sus blancos uniformes de cocas y gorras blancas, proclaman la maravilla y anuncian ya por Malhara que las calles del Postigo se han hecho Arrabal y Guarda, Almirantazgo en goletas y en bergantines con jarcias, cirios que son los trinquetes y capirotes por gavias, van ganando barlovento a la lancha de Peana.
Y ahora llega a la capilla del Arco de la muralla una Virgen bajo un palio que parece una fragata, bamboleo marinero en los escudos del ancla, los costeros son amuras, la proa tiene zambrana, y lo escoltan seis lepantos, marineros de la Armada. El cristal de la capilla es espejo que proclama esos dogmas de Sevilla que no los huelen los Papas: allí está la Pura y Limpia, del Postigo la Esperanza, que Inmaculada en Sevilla y Pureza es en Triana, y se mira en un espejo de varales y de jarras, y se repite en las flores, y se repite en la gracia, se repite en la belleza tan morena de su cara, refregador de Morillo, encajes en oleada, con el fajín de almirante del Rey marino de España, que en Triana a la Purísima, como Esperanza proclaman, por eso en calle Pureza tiene su cuna y su casa.
San Fernando desde el Arco al verla le rinde armas. Trianero es el Postigo, ay, cómo zurraqueaban esos verdes capirotes, los capotes de sus capas camino del Baratillo, que eso sí que ya es Triana. ¡Gitanos de Cerca Hermosa, gitanitos de la Cava, que se partan las camisas y que canten las gargantas! La vieja colla del muelle, vapor, tinglado y zapata, y lanchón del arenero, y palo de la cucaña, cuando llega al Baratillo con Paco Palacios canta lo que le escribió Florencio, que aún se me saltan las lágrimas. Ya están las dos frente a frente bajo el sol de la mañana: Caridad baratillera y Esperanza de Triana.
Y ya desde aquí hasta el puente, puertas de sol de Maestranza, el Arenal sabe a barbo, sabe a verdes avellanas, a sábalos en adobo y a noches de la Velada. El Arenal trianea, ay, cómo trianeaba. Calle Adriano adelante, en El Pópulo la paran. Suena la vieja saeta que recuerda la cerámica, de los presos tras las rejas, la que escuchó Font de Anta. Soleá dame la mano, dame la mano, Triana, choca esos cinco, Arenal, que el Viernes por la mañana, tú dejas de ser Sevilla, te conviertes en Triana, cuando viene la que es Reina del gran arrabal y guarda, pues el río se ha secado con la emoción de las lágrimas y no hay puente ni Altozano, que no hay más puente de barcas que el que nos lleva hasta el cielo rezándole a la Esperanza esa salve marinera que suena a cantes de fragua, Dios te salve, Reina y madre, marinera soberana del Arenal de Sevilla que por Ti se hace Triana.

Rafael Peralta Revuelta pronunciará el Pregón del Paseo de Caballos y Enganches por el Real de la Feria.

Rafael Peralta, hijo del rejoneador del mismo nombre, ha sido designado por el Real Club de Enganches de Andalucía, cuyo Presidente es Jesús Contreras Ramos, para pronunciar el Pregón del Paseo de Caballos y Enganches por el Real de la Feria, que tendrá lugar (D.M.) el próximo 25 de abril.
Rafael Peralta Revuelta, amante del campo y de los caballos, es licenciado en Derecho y escritor. Esta disertación coincide con el XXV aniversario de la Exhibición de Enganches que todos los años tiene lugar en la plaza de toros de la Real Maestranza de Sevilla.

(En la imagen, Rafael Peralta Revuelta, en el centro, junto a su padre y su tío).