“El triunfo de la superación”, artículo de Rafael Peralta Revuelta sobre el primer festejo de rejones de la Feria de San Isidro.

Andy Cartagena sobre Bético, del hierro de Peralta, en una actuación en la Real Maestranza.

Andy cartagena parando de salida a lomos del caballo Bético, hijo de Brujo y Bética, de la ganadería de Peralta.
“Era la séptima. Pero ésta salida a hombros tiene, a buen
seguro, más valor que las anteriores. Andy Cartagena, tras una gran actuación,
estrenaba la puerta grande de la Plaza de Toros de Las Ventas en este ciclo San
Isidro acompañado de Sergio Galán.
 Si siempre pesa más abrir plaza en una plaza de
responsabilidad como Madrid, por estar el público –por regla general- algo más
frío, el Centauro de Benidorm realizó una gran labor, sobre todo con “Magno”,
en pares de banderillas donde se dejó mucho llegar al toro de Terrón y que
llegaron con gran vibración a los tendidos. Las cortas con el bayo “Bisbal”,
fueron también espectaculares.
 Pero si meritoria fue la labor con el primer toro de
la tarde, igual de importante o más fue la que llevó a cabo con el lidiado en
cuarto lugar. Paró brillantemente con el caballo “Bético”, un tordo de preciosa
estampa, del hierro de Peralta. Y emocionó a toda la plaza con “Pericalvo”, el
negro corcel de grandiosas elevaciones que balancea delante del toro. Una vez
más, volvió a construir una faena sólida, de torero joven con maestría, sin
pasadas en falso y clavando siempre por derecho. Las cortas, al violín,
pusieron el punto álgido de otra gran faena premiada con una oreja de peso.
Sergio Galán hubo de vérselas con un zambombo –sobrero
lidiado en segundo lugar- de la divisa de Pallarés de complicado
comportamiento, lo que le dejó sin opciones claras de lucimiento. En el quinto,
se sobrepuso clavando dos pares sensacionales con “Vidrié”, batiendo con pureza
al pitón contrario. El caballo perla “Apolo” acaparó la curiosidad de los
espectadores por su vistosidad en la plaza.  Sobre él, arriesgó mucho en
un par a dos manos de enorme mérito, que fue uno de los momentos más
sobresalientes de la tarde. Tras el certero rejón,  paseó las dos orejas.
  Leonardo Hernández, sin suerte en el tercero,
salió a por todas en el sexto.  Con un toro aquerenciado, le echó valor y
casta para no quedarse atrás. Si en su primero sacó a “Verdi” y “Xarope”, en
éste último citó muy en corto con “Quiebro”, y toreó con temple a lomos de
“Templario”, el hijo del célebre “Mariachi”, del hierro del Pablo Hermoso de
Mendoza.
 Los tres rejoneadores mantuvieron el listón alto con
una corrida de Terrón que, si bien no fueron todo lo fácil que suelen salir los
toros de procedencia “murubeña”, mantuvo la emoción –con sus matices- en
distintos momentos de la tarde.
Los tres toreros a caballo triunfaron de una u otra forma.
Pero este éxito tiene un valor especial para Andy Cartagena. Porque lo que
quizás no sepan muchos, son las adversidades por las que ha pasado debido a su
lesión de rodilla. Tras cortar la anterior temporada, tuvo que pasar por el
quirófano, con varias operaciones, meses sufrimiento y sesiones de
rehabilitación.
 Por eso sé, Andrés Céspedes, Centauro de Benidorm,
Andy Cartagena, que hoy, con tu séptima puerta grande en Madrid, no sólo has
vuelto a acariciar la gloria sino que has logrado la victoria más difícil y
admirable de un ser humano: el triunfo de la superación”. 
 Publicado en el Portal Burladero.com : http://www.burladero.es/opinion/027366/triunfo/superacion 

“Brindis por un caballo torero”, por Rafael Peralta Revuelta. Firma invitada en el portal Burladero.com

El caballo Xelim, toreando en la playa

Brindis
por un caballo torero

Entraba en la
Maestranza mirando al cielo, conociendo el riesgo que conlleva torear a caballo
después de haber llovido sobre la plaza. Y digo conociendo, pues quien desde
este palco os escribe, también vivió muy cerca aquellas corridas matinales en
la que mi padre, como director de lidia, debía decidir –junto con el Presidente
y resto de compañeros- sobre el desarrollo o posible suspensión de la corrida.

Tras el
paseíllo, se podía vislumbrar ciertas partes donde el piso no estaba en las
mejores condiciones que uno desea para la práctica del rejoneo. Sobre todo,
cerca del tercio, junto a la segunda raya de picar, donde el albero se suele
hacer como una pasta resbaladiza tras la retirada de la lona.

Y así fue. La
tragedia de “Xelín” sobrevoló la Maestranza. El percance quedó grabado en la
memoria de todos y, durante todo el desarrollo del festejo, el  recuerdo
hacia el caballo tordo de salida de Rui Fernandes fue permanente.

Me encantó
Fermín. Porque es de los pocos que quedan que guardan las formas clásicas del
toreo a caballo con un sello puramente español. En corridas donde abundan las
monturas mixtas (clara influencia portuguesa), los caballos lusitanos o el
galope a dos pistas por las tablas, para torear al toro con la grupa (suerte
traída de Portugal), es digno de alabar la estampa de un caballero sale a la
plaza como el que viene de pasear por el campo andaluz. La chaquetilla clásica
–azul marino-, los caballos -algunos de Pura Raza Español-, enlazados con la
bandera española,…, las formas puras. Y haciendo el toreo en los medios,
lidiando en la mitad del anillo y no en terrenos de tablas, como muchos hacen
ahora. Los pares de banderillas, de frente, y de poder a poder. Clavando por
derecho y al estribo. Sublimes los cites con ese caballo castaño que tanto
recordaba en un espectacular “tierra a tierra” al célebre “Banderín”.

  El resto
de la corrida, tuvo gran acento portugués. Tras la grave cogida de “Xelín”, Rui
Fernandes resolvió brillantemente con el  caballo albino “Sol”, del hierro
de Peralta. El bayo “Joselito” y “Vivaldi”, rayaron a gran altura. Ventura
estuvo en maestro. En figura indiscutible del arte de Marialva. Porque lo es y
porque lo ha conseguido por méritos propios. Fue espectacular la vuelta al
ruedo que le dio al toro de Bohórquez cosido a la montura de “Nazarí”. Eso es
torear a caballo. Siempre dando los pechos, ajustadísimas las distancias. Al
igual que las piruetas con “Ordóñez”, el hermano de “Morante”, que levantaron a
la plaza de sus asientos. Centauro de Lisboa y de la marisma. Por su forma de
vestir (con chaquetilla verde de terciopelo), y por la forma de clavar las tres
rosas –en la suerte del caracoleo, esto es, en círculos exactos, clavando una
detrás de otra- me recordó a otros centauros marismeños, junto a los que
comenzara a montar –no hace mucho tiempo- en campos de las marismas del
Guadalquivir y de La Puebla del Río. El rejón a lomos de “Califa”, preciso y
certero, hizo que volviera a triunfar con fuerza en la Real Maestranza.

Moura Jr,
Noelia Mota –montando al caballo “Morenés”- y Francisco Palha, cada uno con su
particular forma de sentir el rejoneo, dejaron detalles de su buen hacer bajo
los arcos de la plaza. En cualquier caso, como ocurre con los grandes toreros,
la imagen y el recuerdo de la grave cornada al caballo de Rui Fernandes era
inevitable. Sobre todo al conocer la noticia del fallecimiento del equino, y al
ver las lágrimas desconsoladas del “cavaleiro” portugués. Porque cuando a un
rejoneador se le muere un caballo, se va también, de alguna manera, una parte
de él. Porque, se nos va un fiel compañero, el que siempre estuvo ahí dispuesto
para salvar al rejoneador con torería del peligro. Y, por más que sea un
animal, se sufre como si fuera un amigo o alguien de tu propia familia.

Y uno, que
cruzó la Puerta del Príncipe a pie, y que entró en la Maestranza mirando hacia
arriba, se fue de la misma manera, con los ojos puestos en el azul del cielo de
Sevilla, recordando al caballo que vino desde Méjico para dejar su sangre
torera sobre el albero dorado de la plaza. Por eso, éste, mi humilde brindis va
por ti “Xelín”, gloria del rejoneo, que estás ya en el paraíso torero y en el
olimpo de los elegidos
.
Artículo publicado:

El caballo “Sol” de Rui Fernandes, de la ganadería de Peralta, en la matinal de la Real Maestranza. Brillante debut de este precioso caballo albino.

El caballo de Pura Raza Española TRIANERO AP, del hierro de la Yeguada Agrícola Peralta, nueva incorporación en la cuadra del joven rejoneador Leonardo Hernández.

 El ejemplar TRIANERO AP (por PRIMAVERA XXIV y TRIANERA XIV), de capa torda y PRE, será novedad en la cuadra del caballero en plaza Leonardo Hernández.

 Se trata de un joven caballo, de magníficos orígenes dentro de nuestra ganadería, por lo que deseamos que pronto pueda debutar con el joven rejoneador, que ya es considerado como una de las grandes figuras del toreo a caballo actual.

 Desde aquí, le deseamos toda la suerte de mundo al joven diestro y esperamos que TRIANERO sea partícipe de numerosos éxitos y triunfos por los ruedos de todo el mundo.