LAUREL AP IV por Revoltoso XXIX y Laurel V Bayo de 2012 Doma de Cuadra
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Ranchero AP, potro bayo PRE en venta. For sale.
Osado CAP, Estirpe Cartujana. En venta. For sale.
Brindis por Álvaro Domecq, artículo de Rafael Peralta Revuelta en el diario La Razón.
Brindis por Álvaro Domecq
Hay un repique de cascos en el patio de la Espléndida. La brisa huele a toro bravo y sabe a Jerez. A La Ina. Al fino de La Janda. A libretas de notas ganaderas y sombreros jerezanos. Hoy la memoria viaja hasta los campos del Sur de Cádiz, por entre los llanos de Los Alburejos. Y vuelven al campo las estampas de un torero Cordobés, Manuel Rodríguez «Manolete», a caballo junto al niño Álvaro Domecq Romero. Y entre los carretones y la zulla, crecen los becerros burracos y «coloraos», nietos de la mejor reata brava. Novillos descendientes de aquellos otros que seleccionara su augusto padre, el referente ganadero por excelencia, caballero rejoneador y Alcalde de Jerez de la Frontrera, don Álvaro Domecq y Díez. En «Los Alburejos» se siguen conservando costumbres centenarias que nacen del amor por el caballo y el toro. Tradiciones que se muestran en el espectáculo «A campo abierto». La amistad con el Rey Don Juan Carlos le llevó a crear la Escuela Andaluza del Arte Ecuestre, para mayor gloria del caballo de Pura raza española, aquel que seleccionaran los monjes cartujos. Alvarito Domecq es una escuela de valores. De afición, de elegancia en el trato, de coraje, de señorío y de éxito. Una vida llena de triunfos, dentro y fuera de los ruedos. Bajo el ala de su sombrero de ala ancha se dibuja el retrato del caballero español. Opus, Universo, Uranio…, son nombres grabados con herraduras de oro sobre el horizonte de la memoria. Permita que hoy levante mi catavino con un brindis para decir:
Qué suerte tiene Jerez
de tener a un caballero
estirpe de los Domecq.
Garrochista y ganadero,
arte en la plaza y la vida,
Álvaro Domecq Romero.
Nilo AP por Lacor y yegua Nilo
Rumboso XI
Rumboso XI
Recuerdo su pelo tordo rodado, la capa clásica del Pura Raza Español. El perfil subconvexo, ligeramente acarnerado, como las caras de aquellos corceles retratados por Tiziano o Velázquez. Su crin era espesa, al igual que su larga cola. El cuello, arqueado, de cisne, le daba una enorme belleza y prestancia. Tenia una gran alzada y buena cruz. La grupa, redondeada, con fuertes y firmes aplomos. Sus movimientos eran elegantes, de enorme plasticidad. Desde el trote suspendido hasta el «passage», recogiendo las manos hacia dentro con unas espectaculares elevaciones. Era, en definitiva, el prototipo de caballo español de origen cartujano. Se cree que los monjes cartujos ya seleccionaban el caballo ibérico desde antes del descubrimiento de América. Y en los valles del río Guadalquivir y Guadalete, se asentaron aquellas yeguas que con el tiempo crearían la línea con más pureza e historia de la península: la estirpe cartujana. Rumboso XI pertenecía a esta familia, considerada como «la aristocracia del caballo español». Hijo de Indiano VII y Rumbosa IV, fue un caballo arrogante y torero, pues hizo el paseíllo por buena parte de los cosos y ruedos de España. Con motivo de otro SICAB, Daryl Hannah, la que fuera novia de Jhon Jhon Kennedy, protagonista de películas como »1, 2, 3… splash», quedó prendada de la nobleza de Rumboso. Y es que, desde Plinio y Estrabón hasta el Duque e Newcastle, un sinfín de escritores y tratadistas alabaron las virtudes de aquellos ejemplares. «El más apropiado para un rey en su día de triunfo», afirmaron. Rumboso XI, arquetipo del Pura Raza Español, tuvo larga descendencia. Con la edad, su pelo plateado fue inmortalizado en las sevillanas de Antonio y Rafael, «Los del Río»:
«Yo tengo un caballo blanco
con unas crines de seda
que me sirven de abanico
cuando por el aire vuelan».