Ángel Peralta, Medalla de Oro de las Bellas Artes.



Reconoce como ‘un gran honor y una inmensa satisfacción que se me reconzoca mi trayectoria’. Son las primeras palabras de D. Ángel Peralta tras saber que se le ha otorgado la Medalla de Oro de las Bellas Artes. El centauro sevillano asegura que ‘sobre todo, destaco la nueva demostración de que el mundo del toro es cultura’, afirma a mundotoro.com.
‘Posiblemente -reconoce con humildad- haya muchos más toreros y rejoneadores que merezcan este galardón antes que yo, pero recojo este premio con muchísima alegría. Mi vida ha sido dedicada al caballo y al toro y sin estos dos bellos animales es imposible crear arte. El rejoneo es la expresión artística y la conjunción que existe entre el caballo y el toro y, por supuesto, el jinete. De forma simbólica, este premio lo comparto con ellos -toro y caballo-, porque son los que han hecho posible que me lo concedan’.
Así mismo ha dedicado unas palabras bajo las que agrupa a todo su colectivo: ‘Quiero transmitir mi agradecimiento y compartir este premio con todos mis compañeros rejoneadores’.
Biografía
Debuta con público en 1945 en la plaza de La Pañoleta (Sevilla) y en Las Ventas en 1948 con un toro de Molero, acompañado por la terna de matadores Morenito de Talavera Chico, Rafael Yagüe y Antonio Chaves Flores. En 1954 rueda junto al también rejoneador Bernardino Landete unas escenas de la película La princesa de Éboli, de Terence Young. En los años sesenta suele encabezar el escalafón de caballeros en plaza. En la temporada de 1972 comienza a formar equipo con su hermano Rafael Peralta y con Manuel Vidrié para realizar un espectáculo completo de rejoneo. En la feria de abril de Sevilla del año 1979 realiza una soberbia actuación en la Maestranza, obteniendo un importante triunfo. Siguió actuando en los años ochenta, toreando algunos años más de setenta corridas (Diario El Mundo).

“Bellas Artes para los Peralta”, artículo de Antonio Burgos

Tanto el prestigioso escritor del diario A B C Antonio Burgos como el crítico taurino Zabala de la Serna proponen a los hermanos Peralta para la Medalla de las Bellas Artes

A continuación reproducimos un extracto del artículo publicado ayer donde Antonio Burgos solicita para los “Centauros de La Puebla” la Medalla de las Bellas Artes:

“…Cuando los que tenían que estar hoy en Santander eran los hermanos Peralta. Me sumo, pues, a la propuesta que hacía ayer Zabala de la Serna, pero la matizo. Si se trata de conceder la medalla al arte del rejoneo, como se la dieron justísimamente a don Alvaro Domecq, es lógico que sea por colleras. La collera natural de don Ángel Peralta no es el del cuento del envergue de «Cagancho», que llegó al rejoneo ayer por la mañana, sino su hermano don Rafael, en unión del cual revolucionó el arte del toreo a caballo durante medio siglo. Tan unidos están en el imaginario popular los hermanos Peralta como los hermanos Bécquer, los Álvarez Quintero o los Machado. Tan populares fueron los dos juntos a caballo en los ruedos, formando collera, que recordarán el chiste sevillano del mariquita que fue a los toros por primera vez y al ver a los alguaciles con su negro atuendo salir a hacer el despeje preguntó:
-¿Por qué van de luto los hermanos Peralta, se les ha muerto alguien?
Por mucho que sepamos de toros, de rejoneo no solemos tener idea, excepto esa moda actual del famoseo del nombre de los caballos, que un día los van a llevar a «La Noria» y todo. Comprobé que no sabía ni papa de rejoneo la tarde que me hizo una breve historia de su evolución mi recordado Enrique Valdenebro Halcón, el marqués de Ruchena, que fue rejoneador usando su título de Conde de San Remy. Me explicó San Remy que en el rejoneo hubo un antes y un después de don Antonio Cañero, que trajo desde el campo a la plaza el arte de torear a caballo. Pero que quien realmente inventó y codificó el rejoneo tal como lo conocemos hoy e hizo la tauromaquia montada fue don Ángel Peralta. Piensen una suerte del toreo a caballo, que seguro que la inventó el Centauro de la Puebla: la rosa, las banderillas cortas, qué sé yo. Hasta los Peralta, el rejoneo era pegar caballazos y alancear toros; desde que llegaron ellos, fue torear a caballo, parar, templar con la grupa, cruzarse, mandar. Y además, dos poetas de la marisma, por si fueran pocos sus méritos para las Bellas Artes: arte popular de las sevillanas en Rafael; arte lírico de mágicas historias de caballos y pájaros en Ángel.
La justísima medalla de las Bellas Artes que hoy tendrían que entregar los Reyes en Santander, pero que ya caerá, debe ser como el monumento que van a levantar a nuestros dos artistas en su Puebla: por colleras. Trátase ahora de que el año que viene se la concedan. No sé dónde hay que escribir para pedirlo. Yo, de momento, sí lo sé: en este artículo. Así que pónganle una póliza y mándenlo al Ministerio de Cultura a modo de instancia, en tiempo y forma.”
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