“Réquiem por un caballo”, artículo dedicado a BRUJO en el diario La Razón de Sevilla.

NOVIEMBRE en Sevilla no es sólo el mes de los difuntos. En noviembre, la ciudad vive días de esplendor dedicando su particular feria de otoño en torno al caballo. SICAB cumple veinte años atrayendo a ganaderos, turistas y curiosos de todo el mundo para admirar la belleza de nuestro arte ecuestre. Un arte efímero, ya que cuando un equino muere, ni siquiera una imagen o una película pueden reproducir la emoción de ver a ese caballo en movimiento. Al contrario de otras facetas como la pintura o la música, donde las obras de mantienen vivas, con la pérdida del animal se fuga, también, el trabajo del artista. Hace unos días se fue “Brujo”, un caballo de leyenda. Tenía treinta años. Eterno compañero, con él viví mi infancia, mi juventud…”Brujo” fue el caballo más inteligente que pude conocer. En el campo resaltaba por su chispa, por su temperamento. En la plaza, se distinguía por su arrogancia y su intuición torera. Dicen que ha sido uno de los corceles que han marcado época. No me hizo falta montarlo mucho para amarlo y apreciarlo con tanto cariño. Me gustaba visitar su cuadra. Bastaba con mirarle para que te transmitiera toda su energía, su fuerza, su carácter. Recuerdo su pelo tordo, su galope, su blanca crin. Ahora, daría lo que fuera por una última caricia, por escuchar de nuevo su relincho. Estoy seguro que muchos caballos, en silencio, están sintiendo su falta. Porque “Brujo” fue un excepcional caballo, y su pérdida ha dejado un vacío que ninguno podrá llenar. Nos queda su memoria, su legado, sus hijos… Se fue el hijo del viento, el caballo amado, “Brujo” por ser el fascinante y mágico corcel que adivinaba el pensamiento del jinete.

                                                                  
                      Por Rafael Peralta Revuelta (Publicado en el diario La Razón, Sevilla 1-X-10)

“Ventura, Centauro marismeño”, artículo de Rafael Peralta Revuelta publicado en el diario La Razón de hoy


Con motivo del Pregón del Corpus de La Puebla del Río (Sevilla), Rafael Peralta Revuelta dedica su columna semanal del diario La Razón al joven rejoneador Diego Ventura, con quien se crió en la finca “Rancho El Rocío” en las marismas del Guadalquivir

“Ahí estaban tus caballos aparejados como si fuesen a torear en la mejor corrida de la Feria. El público, impaciente, abarrotaba los asientos cual tendidos de la plaza. Tuyo es el trono del rejoneo. Con poco más de cinco lustros ya tenías el mando del toreo a caballo. Pero ayer te tocó torear con la palabra. Ayer tuviste que lidiar en el siempre difícil y exigente ruedo de la oratoria. Te esperaban todos tus paisanos de La Puebla del Río. Para arroparte y sacarte a hombros, como ya has hecho en esta temporada en las plazas de Sevilla, Barcelona y Madrid. Tienes el arte y el duende de la marisma. El embrujo de un Guadalquivir que vio tus primeros galopes reflejados en sus orillas. Por tus venas corre sangre de jinetes de tierras lusitanas. Amas y defiendes la verdad. Por eso tu toreo está lleno de pureza. Siempre de frente. Ante la vida y el toro. Y vibras de emoción, al citar con una banderilla o al escuchar el eco desgarrado de un cante flamenco. Los galgos son para ti más que una pasión. Y la familia y tus amigos, tus mayores triunfos. Ayer volvieron a brotar los recuerdos de la infancia. Tus primeros pasos, tus juegos de niño con el caballo y el toro. Diego Antonio Espíritu Santo Ventura, cuántos repiques de espuelas sobre tus pies, cuántas rosas toreras prendidas sobre tus manos. Hubo también un chiquillo, tu compañero de aventuras, que quiso soñar con alcanzar esa cima y llegar donde tú has llegado. Por eso me llena de entusiasmo verte triunfar en toda la geografía taurina. Por eso ayer sentí una inmensa alegría de volver a ver a aquel niño (ya hombre, y al que aprecio como un hermano) dictando su mejor lección en el Pregón del Corpus de La Puebla. Porque ayer volviste a salir a hombros, Diego Ventura, centauro del toreo y la marisma. Y porque tuya es la gloria, mi verso te canta por soleá:

No será de Portugal,

será de Puebla del Río,

porque siempre que le veo

yo le llamo: Hermano mío”.
En las imágenes superiores, dos instantáneas de Diego Ventura, de niño montando el caballo Serrano del hierro de Peralta y otra fotografía saliendo a hombros por la Puerta del Príncipe de la plaza de toros de Real Maestranza de Sevilla.
Enlaces relacionados: Diario La Razón , columnistas http://www.larazon.es/secciones/opinion
y página Web de Diego Ventura

“Hijo del viento”. Artículo periodístico dedicado al caballo español, inspirado en SOLEA XX, ejemplar de Agrícola Peralta, Campeón de Doma Clásica.

Hijo del viento

Fue al Sur, en tierras donde el Guadalquivir se hace mar. Allí naciste, hijo del viento, tordo corcel de las marismas del Betis, forjado de la arcilla más tartésica y campera. Ya Plinio y Estrabón cantaron tus virtudes, equus ibérico de las conquistas junto al Senatus por la vieja Híspalis y por Itálica. Cuánto “aire de Roma andaluza” en tu armónica cabeza y en tu arrogante paso español, idéntico al andar de los “armaos” macarenos. Tú, que galopas por los prados de las dehesas, junto las besanas de las campiñas, desde que Hércules y Julio César edificaran y cercaran esta noble Ciudad. En tus ojos serenos se refleja la aristocracia de tu sangre, conservada durante siglos por los monjes cartujos. Noble bruto imperial, inmortalizado por el genial pincel de Velázquez. Potro de la luz, de largas crines de seda y dorso plateado por los rayos del sol, llevado hasta Viena para que brotara la raza lipizana. Tu fuerza y tu brío navegó desde la Torre del Oro hasta las fértiles tierras americanas. Y en los blancos cortijos del Bajo Al-andalus, en esas haciendas que se vislumbran desde la Giralda, se moldeó tu figura: las cuartillas redondas, los menudillos descarnados, los cascos lisos, el cuello arqueado de cisne, la grupa redonda. También tu suave boca. Tu corazón grande. El carácter, dulce, inocente y algo temeroso. La brisa te trajo el arte flamenco para la doma vaquera, la elegancia para la doma clásica, la docilidad para la alta escuela. De la brega con el ganado bravo surgió tu intuición torera; de tu alegría en libertad, el elevado trote que reluce y da vistosidad a los coches de caballos y a los enganches. Te dio nobleza el tiempo, y distinción, y buen temperamento para el paseo de una amazona o de un niño. Las escuelas de equitación te prefirieron para sus aires clásicos y aires altos, y así poder contemplarte en una espectacular corveta o en la impresionante estampa de una cabriola. Vienes de una tierra antigua. Tierra que quizás se creara para contemplarla desde tu montura, sobre el arzón de una silla. Por eso, durante estos días, eres el centro de todas las miradas. Por eso, Sevilla, además de su feria, te dedica un salón internacional, una cita para poder admirar tu majestuosa belleza. Por eso, en SICAB, sigue vivo tu esplendor, tu historia, tu embrujo y tu raza, hijo del viento, caballo español de Andalucía.

(Por Rafael Peralta Revuelta. Publicado en el diario La Razón, 29 de noviembre de 2008.)