Fotos en la marisma francesa en mañana de tentadero y acoso y derribo en la finca Mejanes.

Rafael Peralta, a caballo.

Ángel Peralta.

Ángel Peralta en tierras de marisma de la Camarga francesa.

José S. Lupi y Ángel Peralta en los caballos PRE Famoso C y Aviador V.

El acoso y derribo corrió a cargo de Tomás Morenés, amparado por su hermano Felipe.

Hierros de algunos caballos de la Yeguada Agrícola Peralta montados por los Cuatro Jinetes.

(Fotos: Anthoy Pagano)

Foto con solera. Ángel y Rafael Peralta a caballo en la marisma.

Acoso y derribo. Doma vaquera. A cambo abierto. Estampas camperas. Caballos doñana. Garrochistas. Marismas del Guadalquivir. Caballos cruzados. Yeguada CDE. Ganadería PRE. Toreo a caballo. Rejoneo. Alta Escuela. Rutas ecuestres. Centro hípico. Espectáculo caballos. Picadero cubierto. Turismo Sevilla. Paseo fluvial Guadalquivir. Rancho El Rocío. Equitación Andalucía. Campeones de España. Anglo-árabe. Hispano-árabe. Tres sangres. Yeguas de Salto. Cartujanos. Potros españoles. Doma clásica. Caballos de deporte.


“Rafael Peralta, el rejoneador de la marisma”, reportaje del nº 37 de la Revista A la Vaquera.

 
La Revista “A la vaquera” del mes de junio publicó un amplio reportaje sobre la figura de Rafael Peralta. A lo largo de las cuatro páginas, el fotógrafo Álvaro Zayas repasa toda la trayectoria de este Centauro de la Puebla, uno de los nombres con mayor historia en el toreo a caballo.
 
El reportaje también incluye fotos antiguas, con un recuerdo especial a algunos caballos de la yeguada familiar, que tantas páginas han escrito en el libro de oro del rejoneo. (En las imágenes superiores, Rafael Peralta y Hechicero, caballo CDE bayo del hierro de Peralta).
 Más info sobre la Revista “A la Vaquera”: http://www.trofeocaballo.com/alavaquera/index.html 

Sevilla, sus tradiciones y el caballo español, ensalzados en “La sombra de la Giralda”, el nuevo libro de Rafael Peralta Revuelta que se presentará mañana.

El escritor sevillano Rafael Peralta presenta este miércoles, día 29 de junio a las 20,30 horas, su último libro, ´La sombra de la Giralda´ (Jirones de Azul), en la Fundación Cruzcampo de la mano del presidente de ésta, Julio Cuesta, tal y como ha anunciado la editorial en un comunicado de prensa.
De esta forma, el sello ha dicho de esta obra, ambientada en la capital hispalense, que, “bajo el manto que extiende sobre Sevilla la sombra de su más genuino símbolo, tiene lugar todo lo que en esta tierra entendemos como arte, la singular gracia de sus barrios; el aroma, el sentimiento y la música hecha oración o las luces y sombras –de oro y plata– que revisten a los hombres que cada tarde juegan con la tragedia y la muerte ante el toro”.
Asimismo, el autor de la obra, Rafael Peralta Revuelta, nació en Sevilla en 1977 y cursó estudios de Derecho en Madrid, así como en su ciudad natal. Ha participado en numerosos actos culturales en diversos puntos de España e Hispano América y publicado varias obras, tales como el ´VI Pregón Taurino de Triana´, ´Río de amores´, ´El duende y la palabra´ o más recientemente, “Soñando la gloria”, con prólogo de Zabala de la Serna y presentado y publicado el pasado año en Quito (Ecuador). Actualmente, figura como columnista semanal en el diario ´La Razón´ de Sevilla. Además, el escritor es II Premio Fábula Literaria Vicente Zabala, Premio Paco Apaolaza 2005 y Premio Escaparate de Sevilla de las Letras, entre otros galardones.
En “La sombra de la Giralda” (267 págs), el autor dedica artículos a su padre y a su tío Ángel (“Único por ser diferente” y “Carta para un Centauro”) y exalta al caballo español en el titulado “Hijo del viento”, en “Welcome to Sevilla” -donde retrata a los milores o coches de alquiler de la ciudad y en el “Romance del campo y la Feria”.
En las imágenes superiores, un foto del autor en el hipódromo de Chantilly y la portada del nuevo libro, cuyos derechos de autor serán donadas por éste a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y a la Hermandad de la Pura y Limpia.

 Más información sobre el libro: http://www.comprateunlibro.com/epages/61602418.sf/es_ES/?ObjectPath=/Shops/61602418/Products/978-84-92868-09-4

“Siglos de Toros”, la revista que apuesta por el campo, el toro y el caballo. Reproducimos el artículo “Retorno a la génesis: Entre el torero y el centauro”, del mes de enero



El Centauro Ángel Peralta dando un pase de pecho






Excepcional natural de Rafael Peralta

 

La revista “Siglos de Toros” se posiciona como una de las revistas más interesantes del panorama literario, ecuestre y taurino a nivel nacional e internacional.

Reproducimos a continuación el artículo de Rafael Peralta Revuelta, publicado este mes :

“El arte del rejoneo y el del toreo a pie están íntimamente ligados desde el germen de la tauromaquia. Si bien, a lo largo de la historia, han podido seguir caminos diversos, existen momentos en los que ambos se unen y confluyen para dejar pasajes llenos de belleza y torería.

Si en Portugal el denominado “arte de Marialva” sigue teniendo, en número de festejos y afición, una importancia superior al toreo a pie, en España, tiempo atrás, el toreo con capa y muleta fue tomando un mayor protagonismo que el que se practicaba desde el caballo. Esta supremacía hace que el rejoneo (que tuvo su auge en los siglos XVI y XVII) quede relegado a un segundo plano, hasta que poco a poco va dejando de ejercerse en los ruedos de nuestra piel de toro.

Cañero y Conchita Cintrón, el resurgimiento

No será hasta la aparición de un militar cordobés, Antonio Cañero, cuando se recupere la tradición de torear desde un caballo. Antonio Cañero rescata el rejoneo y trae la esencia del campo andaluz a las plazas vistiendo sombrero de ala ancha y traje con chaquetilla corta.

Cañero solía sortear con los matadores del cartel, terminando muchas veces la lidia de sus toros con muleta y espada. Antes de comenzar su andadura en los ruedos participó en numerosos concursos hípicos de salto, de ahí que más tarde, saltara también en la arena a los toros sobre su célebre jaca “La Bordó” o sobre su caballo “Águila Blanca”. En 1925 culminó su temporada toreando en París, con notable éxito.

Posteriormente a Cañero, en los cosos de España y de América, sobresalió una extraordinaria amazona, Conchita Cintrón. La “diosa rubia del toreo” dejaba fascinado al público de entonces no sólo por su destreza sobre los corceles, sino por su sabiduría en la lidia de a pie, con un estilo elegante y a la vez dominador.

Caballeros en plaza, ganaderos en el campo

De las tierras albarizas de Jerez, apareció el jinete Álvaro Domecq y Díez, de familia bodeguera y ganadera y gran aficionado a la aviación. Don Álvaro fue amigo íntimo de Manuel Rodríguez “Manolete”, con el que solía pasar temporadas en el campo. El caballero jerezano, alquimista de la bravura con sus toros de “Torrestrella”, solía ejecutar la suerte suprema a estoque desde el caballo. En otras ocasiones, le gustaba instrumentar algunos pases a pie antes de perfilarse con la espada. Este gusto por el toreo a pie lo heredaría su hijo, Álvaro Domecq Romero, figura de los setenta, siempre valiente y poderoso.

Álvaro Domecq formaría cuarteto histórico con Lupi y con los hermanos Peralta. Tanto Ángel como Rafael, actuales conservadores del toro de encaste Contreras, culminaban algunas de sus memorables actuaciones echando pie a tierra. Esta faceta solía practicarla con más frecuencia el menor de los hermanos, quien solía participar a pie en tentaderos alternado con toreros y figuras.

Otro rejoneador e intérprete del toreo a pie es Fermín Bohórquez Escribano, criador de la principal ganadería brava (que lleva su nombre) para el rejoneo de hoy día, procedencia Murube-Urquijo. Asimismo, el caballero en plaza Enrique Valdenebro, Excmo. Conde de San Remy y propietario de la ganadería de “Ruchena”, solía también torear en los cosos fiel a un estilo añejo, aristocrático y señorial.

Sobre la lidia. Cómo eran aquellas faenas…

Una vez que habían colocado las banderillas cortas y el jinete dejaba su caballo y atendiendo al comportamiento del toro, se solía comenzar la faena de muleta con pases por alto –ayudados, estatuarios- o bien, por bajo, con pases de castigo, hasta llevarlo, normalmente, más allá de la segunda raya. Una vez situado el burel fuera del tercio, cada uno interpretaba su toreo por el pitón que viera más adecuado. A veces, se remataba la serie con algún molinete, trincherazo o kikirikí; otras veces, con profundos pases de pecho. Solían ser faenas más bien breves, de doce, quince o veinte muletazos, a lo sumo. Estos pases servían para preparar el toro para la suerte suprema, pero también, aportaban al aficionado un mayor conocimiento de la bravura del toro, vislumbrando así mejor cualidades tan importantes como el temple, la fijeza o el recorrido.
Figuras del toreo que rejonearon

El primer caso conocido de un matador de toros que posteriormente toreara a caballo en los ruedos fue el de José García Carranza, más conocido como Pepe “El Algabeño”. Ataviado con impecable vestimenta campera, “El Algabeño” fue fusilado en la Guerra Civil española y fue el primer rejoneador en sacar el palo de garrocha sobre el albero para parar los toros.
En la historia de la Tauromaquia hay tres casos importantes de toreros que decidieron probar suerte en el rejoneo. Tres revolucionarios, tres creadores de estilos que han marcado época: Juan Belmonte, el mejicano Carlos Arruza y, más recientemente, Paco Ojeda. Los tres supieron llevar su conocimiento del toro y de la lidia al toreo a caballo.
Estado actual

Hoy día, salvo contadas excepciones, resulta insólito ver torear al natural a un rejoneador a pie en una plaza. Cuando se bajan del caballo, es únicamente para descabellar. La razón es que el Reglamento obliga a clavar dos rejones de muerte antes de echar pie a tierra.
Interpretar esa norma para volver a los orígenes, es decir, poder intercalar toreo a caballo y a pie (o viceversa), otorgaría más prestancia y brillantez al espectáculo taurino. Instantes mágicos, como los que protagonizó Diego Ventura en una corrida goyesca en Ronda, producen en el aficionado un éxtasis de romanticismo, pureza y emoción.
Tan sólo en contados festivales, como el que actuó Julián López “El Juli”, rejoneando en Medina de Rioseco (Valladolid) o, meses atrás, el de La Puebla del Río, con Morante y Diego Ventura asumiendo los dos ambas facetas, hemos podido contemplar la maravillosa simbiosis del torero-rejoneador.
A caballo o a pie, la misma esencia

Desde el caballo o a pie, la verdad del toreo parte de idénticas directrices. Cuando caballo y jinete se conjugan a la perfección, cuando parecen forman un solo cuerpo, se forma el centauro. Sobre la arena, ante la presencia del toro bravo, tanto el torero como el centauro exponen sus vidas para crear una obra única. Los dos nacen de la mitología y buscan la realidad para alcanzar el auténtico significado del arte de torear…

 

El toreo es ensueño, fantasía,
es el arte que brota en cada suerte;
engañar sin mentir, verte y no verte
en un juego de amor y valentía.

 El toreo es la magia, es sinfonía,
es un rito sagrado, bravo y fuerte,
pues triunfa en él la vida de la muerte
cuando un toro encastado desafía.


El toreo es hechizo y sentimiento;
compás, inspiración, caricia al viento,
es el duende que se queda en la memoria.


Y es la honda emoción de la corrida,
la que templa y somete la embestida
y que asciende al torero hasta la gloria”.




Este reportaje viene documentado con fotos de Antonio Cañero, Conchita Cintrón, Álvaro Domecq y Díez, Álvaro Domecq Romero, Fermín Bohorquez Escribano, Juan Belmonte (como rejoneador), Paco Ojeda (rejoneando), Carlos Arruza (rejoneando), Diego Ventura y Morante de La Puebla.


Más información: http://www.siglosdetoros.com/