Rancho El Rocío. Celebra tu boda entre caballos en un marco inigualable con auténtico sabor andaluz.

Rancho El Rocío volvió a estar presente en la Feria de Muestras “Sevilla de Boda”, celebrada el pasado fin de semana en el Palacio de Congresos y Exposiciones (FIBES).

Disfruta de un ambiente acogedor para pasar un día de ensueño. La finca Rancho El Rocío, de los hermanos Peralta, está situada en La Puebla del Río, muy cerca de Sevilla, en el entorno del Parque de Doñana y a orillas del Guadalquivir. Posee tres salones climatizados, de gran capacidad, preparados para la acústica y la megafonía, construidos con ladrillos antiguos de los hornos de Triana y tejas árabes.

Rancho el Rocío les brinda la oportunidad de celebrar su enlace en cualquier época del año en un ambiente amenizado por baile y cante flamenco acompañado por la guitarra y el singular toque de la gaita rociera. Una boda con puro sabor andaluz.

Cásate en el sitio que siempre habías soñado, en un lugar inigualable rodeado de luz y de elegancia. Cásate envuelto en embrujo por la magia del Sur, paseando en un precioso coche de caballos escoltado por los típicos garrochistas.

Reservas: 955 77 12 12 y 617 31 95 96. http://www.ranchoelrocio.com/

Más información y enlaces de interés:

Ángel y Rafael Peralta, invitados de honor de la Academie du Spectacle Equestre de Versalles.


Los hermanos Ángel y Rafael Peralta visitaron la pasada semana la Academia del Espectáculo Ecuestre de Versalles. A lo largo de la jornada, pudieron contemplar desde la tribuna del picadero el espectáculo que dirige Bartabas. Porteriormente, pudieron visitar todas las cuadras y conocer, uno por uno, los distintos caballos que intervienen en este espectáculo. Muchos de estos caballos, son ejemplares de capa isabela de ojos albinos, idénticos a una línea que hay dentro de la ganadería de caballos de los Peralta.
Tras ser recibidos como invitados de honor -pues Ángel Peralta es uno de los diez padrinos de esta ilustre Academia-, fueron obsequiados con el libro que se presentó titulado La voie de lécuyer.

“Hijo del viento”. Artículo periodístico dedicado al caballo español, inspirado en SOLEA XX, ejemplar de Agrícola Peralta, Campeón de Doma Clásica.

Hijo del viento

Fue al Sur, en tierras donde el Guadalquivir se hace mar. Allí naciste, hijo del viento, tordo corcel de las marismas del Betis, forjado de la arcilla más tartésica y campera. Ya Plinio y Estrabón cantaron tus virtudes, equus ibérico de las conquistas junto al Senatus por la vieja Híspalis y por Itálica. Cuánto “aire de Roma andaluza” en tu armónica cabeza y en tu arrogante paso español, idéntico al andar de los “armaos” macarenos. Tú, que galopas por los prados de las dehesas, junto las besanas de las campiñas, desde que Hércules y Julio César edificaran y cercaran esta noble Ciudad. En tus ojos serenos se refleja la aristocracia de tu sangre, conservada durante siglos por los monjes cartujos. Noble bruto imperial, inmortalizado por el genial pincel de Velázquez. Potro de la luz, de largas crines de seda y dorso plateado por los rayos del sol, llevado hasta Viena para que brotara la raza lipizana. Tu fuerza y tu brío navegó desde la Torre del Oro hasta las fértiles tierras americanas. Y en los blancos cortijos del Bajo Al-andalus, en esas haciendas que se vislumbran desde la Giralda, se moldeó tu figura: las cuartillas redondas, los menudillos descarnados, los cascos lisos, el cuello arqueado de cisne, la grupa redonda. También tu suave boca. Tu corazón grande. El carácter, dulce, inocente y algo temeroso. La brisa te trajo el arte flamenco para la doma vaquera, la elegancia para la doma clásica, la docilidad para la alta escuela. De la brega con el ganado bravo surgió tu intuición torera; de tu alegría en libertad, el elevado trote que reluce y da vistosidad a los coches de caballos y a los enganches. Te dio nobleza el tiempo, y distinción, y buen temperamento para el paseo de una amazona o de un niño. Las escuelas de equitación te prefirieron para sus aires clásicos y aires altos, y así poder contemplarte en una espectacular corveta o en la impresionante estampa de una cabriola. Vienes de una tierra antigua. Tierra que quizás se creara para contemplarla desde tu montura, sobre el arzón de una silla. Por eso, durante estos días, eres el centro de todas las miradas. Por eso, Sevilla, además de su feria, te dedica un salón internacional, una cita para poder admirar tu majestuosa belleza. Por eso, en SICAB, sigue vivo tu esplendor, tu historia, tu embrujo y tu raza, hijo del viento, caballo español de Andalucía.

(Por Rafael Peralta Revuelta. Publicado en el diario La Razón, 29 de noviembre de 2008.)

Fotografías Históricas. AP & AP, Alois Podhajsky y Ángel Peralta, el encuentro de dos maestros de la equitación.

Alois Podhajsky y Ángel Peralta, frente a frente. Un aimagen para la historia del mundo del caballo. Uno, Podhajsky, medalla de Doma en las Olimpiadas de Berlín en 1936 y Director de la Real Escuela de Equitación de Viena. El otro, una figura del rejoneo que acababa de recoger las Espuelas de Oro en Wembley en su famoso caballo Ruiseñor (Nervioso II). A Podhajsky se le recuerda como el Coronel que salvó los caballos y yeguas lipizanas en la II Guerra Mundial. A. Peralta, como creador de innumerables suertes en el toreo a caballo, un renacentista del rejoneo que ha llevado y lleva los aires clásicos de equitación por los ruedos y plazas de todo el mundo. Dos estilos: el clásico y el campero. Dos genios, dos maestros, dos amigos y una mutua admiración.

A. Podhajsky mantuvo una larga amistad y acudió varias veces a ver actuar a los hermanos Peralta. Entre sus numerosos tratados y obras, por las que hoy día se rigen muchos aficionados y jinetes, dejó escrito frases como: “Más que otro arte, la equitación está en unión íntima con el arte de vivir. Muchos de sus principios pueden, en todo tiempo, servir de reglas de conducta.” De Ángel Peralta recordamos aquella máxima que dice: “El hombre hace al caballo y el caballo al caballero” o aquella otra en la que afirma que “al caballo, como al hombre, lo doma el tiempo”.